La curcumina es el principal activo activo de la cúrcuma, un potente antioxidante que protege las células dañadas por los radicales libres. El azafrán actúa sobre diferentes sistemas de nuestro cuerpo: el sistema musculoesquelético, cardiovascular y el tegumento. Es un potente antiinflamatorio que alivia el dolor en las articulaciones y los huesos. Las propiedades más importantes de la curcumina basadas en su acción sobre la defensa inmunitaria contra el cáncer, en particular. En tratamientos curativos y preventivos a largo plazo, la investigación ha demostrado que la cúrcuma ayuda a la regresión de cánceres de hígado, piel, mama y otros. Inhibe el desarrollo de nitrosamina (un compuesto derivado del amoníaco altamente cancerígeno) y detiene la transferencia de ciertas sustancias. Como la cúrcuma también tiene efectos antioxidantes, limita el daño tisular durante la quimioterapia, por ejemplo.
Modo de empleo:
Toma 1 cápsula al día durante un mes.





